Esta moneda acuñada en cupro-níquel con 5 g de peso y 23 mm de diámetro, que nunca salió en circulación, ha tenido momentos de protagonismo en el universo numismático venezolano, siendo el mes de diciembre de 2009 una de ellas. La primera aparición fue al momento de su llegada a Venezuela en 1970, como consecuencia del encargo de fabricación por parte del gobierno nacional a la Casa de Moneda de Madrid, estas piezas llegaron para su presentación y revisión respectivas, algunas de las cuales salieron en venta al mercado numismático cotizándose entre 150 US$ y 300 US$. Más adelante, en 1985 apareció un nuevo lote de estas piezas, provenientes de la misma ceca española, y su cotización en esa oportunidad alcanzó los 100 US$ por pieza, aproximadamente. Así lo Indicó el reconocido Numismático venezolano Ing. Tomas Stohr en su QVADERNO NVMCO 6. LA LOCHA DE 1969. Caracas, 2001.

En el año 2001 el Banco Central de Venezuela puso en venta parte de las piezas depositadas en sus bóvedas a un precio de 41.500 Bs y en 2009 las vendió a 120,40 Bs por pieza, es preciso indicar que luego del cierre de  la venta del año 2001 y hasta el 2009 se llegaron a cotizar a un precio de 1.200 Bs, sin embargo luego de la venta del pasado mes de noviembre de 2009, su precio se colocó entre 400 y 600 Bs aproximadamente.

El Ing. Stohr identificó 5 variantes, las cuales se transcriben a continuación:

Esta moneda circuló desde 1896 hasta 1958, y posteriormente en el año 2008 luego de la reconversión monetaria, ya que la acuñación realizada en 1969 no salió en circulación, debido a su bajo uso en aquel momento y su posible confusión con las monedas de 1 bolívar, siendo estas del mismo diámetro (23 mm).

Su emisión fue de 2.000.000 de piezas a cargo de la Casa de Moneda de Madrid (Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España), su acuñación estaba enmarcada en la Ley de monedas del 17 de febrero de 1954, mediante los decretos de fecha 1/12/1969 del Congreso y 30/12/1969 del Ejecutivo Nacional.

Reverso de 12 ½ Céntimos de 1969 Nervio continuo

El anverso de esta moneda puede causar confusión ya que aparece el escudo, que comúnmente es el reverso o “el sello”. Por lo general, se suele identificar el anverso donde aparece “la cara” del Rey que ordena su acuñación, sin embargo, en algunas monedas no aparece la efigie del Rey, ni la de algún personaje, sino algún símbolo, letra o palabra que lo identifique. En otros casos, se ha optado por la identificación del país o instituto emisor. Es de hacer notar, que para esta moneda, se especifica claramente cual es el anverso, en la ley vigente a la fecha.

El término locha se le asignó inicialmente a la moneda de 2 1/2 centavos, así lo indicó el Dr. Marco Martínez en su tesis Doctoral titulada: Historia de los Nombres de las Monedas en Venezuela presentada ante la Ilustre Universidad Central de Venezuela para optar al Título de Doctor en letras en 1978, la cual se aprobó con Mención Honorífica y recomendada su publicación. Efectivamente se publicó en un libro titulado: Los Nombres de las Monedas en Venezuela, en 1993. El Dr. Martínez concluyó que se llamó locha por la tendencia común en Venezuela de dar nombres de fantasía a ciertas monedas, y específicamente se le colocó a las de 2 ½ Centavos con fecha de 1876 y 1877 por la figura del caballo del cuerpo del Escudo Nacional, donde la imaginación popular confundió por cierta semejanza con la figura de una hembra del venado llamado locha, el cual es un tipo de ciervo de pelo rojizo, que no tiene cuernos. La posición de la cabeza, mirando hacia adelante, influyó en la interpretación metafórica de su figura como si fuera la del venado. En dicha investigación descubre que el término locha, como denominación monetaria venezolana, se documenta en algunos periódicos a partir de 1885. Luego se continuó llamando de igual forma a la moneda de 12 ½ Céntimos, acuñada por primera vez en 1896. En lo que se refiere al término ochava, este se usaba en los libros de contabilidad de la Casa de Moneda de Caracas (1813-1821), como una medida de peso; y octavo a la fracción monetaria de 1/8.

Referencias:
.- De Pardo, Mercedes. MONEDAS VENEZOLANAS.  Colección Histórico-económica venezolana, Tomos I y II, Banco Central de Venezuela, Caracas, 1989.
.- Hernández, Germán. Cómo Coleccionar Monedas Catálogo Venezolano 1787-2009, Caracas, 2008.
.- Martínez, Marco Antonio. Historia de los Nombres de las Monedas en Venezuela, Tesis Doctoral en Letras, Universidad Central de Venezuela, 1978, pp. 151-182.
.- Numisur, Subasta Especial y IX Convención de Caracas, Caracas, 2009.
.- Stohr, Tomas. QVADERNO NVMCO 6. LA LOCHA DE 1969. Caracas, 2001.